Su apodo es Ibbiaggio
y su empeño en la empresa va más allá de la gestión de calidad: es en efecto el comodín de la situación.
Tiene una obsesión para la lógica, que –considera- no debería estar tan escondida en todas las cosas.
Su sueño sería tener una pequeña empresa agrícola: un deseo algo contrastante con su hobby declarado: “matar por pura diversión”.
Para Gianni “el orden” es importante: de hecho, hiperactivo y detallista son sus fortalezas, hiperactivo y detallista sus debilidades.
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